viernes, 2 de diciembre de 2011

Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos. Los mártires entran en el circo tomados de la mano, pero son crucificados aisladamente. Abrazados, los amantes tratan desesperadamente de fusionar sus aislados éxtasis en una sola autotrascendencia, pero es en vano. Por su misma naturaleza, cada espíritu con una encarnación está condenado a padecer y gozar en la soledad. Las sensaciones, los sentimientos, las intuiciones, imaginaciones y fantasías son siempre cosas privadas y, salvo por medio de símbolos y de segunda mano, incomunicables. Podemos formar un fondo común de información sobre experiencias, pero no de las experiencias mismas. De la familia de la nación, cada grupo humano es una sociedad de universos islas.
"Es así como deberíamos ver", decía una y otra vez, mientras miraba mis pantalones, los enjoyados libros de los anaqueles o las patas de mi silla. "Así es como deberíamos ver; así son realmente las cosas." Y, sin embargo, había reparos. Porque si viera siempre así, nunca se querría hacer otra cosa. Bastaría con mirar, con ser el divino No-mismo de la flor, del libro, de la silla, del pantalón. Esto sería suficiente. Pero en este caso, ¿qué sería los demás? ¿Qué de las relaciones humanas? En la grabación de las conversaciones de aquella mañana, hallo constantemente repetida esta pregunta: "¿Qué hay acerca de la relaciones humanas?" ¿Cómo se podrían conciliar esta bienaventuranza sin tiempo de ver como se debería ver con los deberes temporales de hacer lo que se debería sentir? "Deberíamos ser capaces de ver estos pantalones como infinitamente importantes", dije. Deberíamos... Pero, en la práctica, esto parecía imposible. Esta participación en la gloria manifiesta de las cosas no dejaba sitio, por decirlo así, a lo ordinario, a los asuntos necesarios de la existencia humana, y, ante todo, a los asuntos relacionados con las personas. Porque las personas son ellas mismas y, en un aspecto por lo menos, yo era ahora un No-mismo, que simultáneamente percibía y era el No-mismo de las cosas que me rodeaban. Para este No-mismo recién nacido, el comportamiento, la apariencia y la misma idea de sí mismo habían dejado momentáneamente de existir y, en cuanto a los otros Sí-mismos, sus antes semejantes, no parecían realmente desagradables -el desagrado no era una de las categorías en función de la que estaba pensando-, sino enormemente ajenos. Obligado por el investigador a analizar y decir lo que estaba haciendo -¡cómo ansiaba estar a solas con la Eternidad en una flor, con la Infinitud en las cuatro patas de una silla y con lo Absoluto en los pliegues de unos pantalones de franela!-, advertí que estaba eludiendo deliberadamente las miradas de quienes estaban conmigo en la habitación, tratando deliberadamente de no darme cuenta de sus presencias. Una de aquellas personas era mi mujer y otra un hombre al que respetaba y tenía mucha simpatía pero ambos pertenecían al mundo del que, por el momento la mescalina me había liberado, al mundo de los Sí-mismos, del tiempo, de los juicios morales y las consideraciones utilitarias al mundo -y era este aspecto de la vida humana el que quería ante todo olvidar- de la afirmación de sí mismo, de la presunción de las palabras excesivamente valoradas y de las nociones adoradas idolátricamente.

En busca de alivio volví a los pliegues de mis pantalones. "Estas son las cosas que deberíamos mirar. Cosas sin pretensiones, satisfechas de ser meramente ellas mismas, contentas de su identidad, no dedicadas a representar un papel, no empeñadas a representar un papel, no empeñadas locamente en andar solas, aisladas del Dharma-Cuerpo, en luciferino desafío a la gracia de Dios."

martes, 27 de septiembre de 2011

Magnolio chino




Vamos, contame, decime
todo lo que a vos de está pasando ahora,
porque si no cuando está tu alma sola llora.
Hay que sacarlo todo afuera
como la primavera,
nadie quiere que adentro algo se muera.
Hablar mirándose a los ojos,
sacar lo que se puede afuera,
para que adentro nazcan 
cosas nuevas.
Yo soy,
soy pan, soy paz, soy más,
soy la que está por acá,
no quiero más de lo que quieras dar.
Hoy se te da
y hoy se te quita,
igual que con las margaritas,
igual el mar, igual la vida, 
la vida, la vida, la vida.

lunes, 18 de julio de 2011


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia  entre sostener una mano y encadenar un alma; y uno aprende que el amor no significa acostarse y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son  promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Asique uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.

Vincent






Starry, starry night.
Paint your palette blue and grey,
Look out on a summer's day,
With eyes that know the darkness in my soul.
Shadows on the hills,
Sketch the trees and the daffodils,
Catch the breeze and the winter chills,
In colors on the snowy linen land. 

Now I understand what you tried to say to me,
How you suffered for your sanity,
How you tried to set them free.
They would not listen, they did not know how.
Perhaps they'll listen now. 

Starry, starry night.
Flaming flowers that brightly blaze,
Swirling clouds in violet haze,
Reflect in Vincent's eyes of china blue.
Colors changing hue, morning field of amber grain,
Weathered faces lined in pain,
Are soothed beneath the artist's loving hand. 

Now I understand what you tried to say to me,
How you suffered for your sanity,
How you tried to set them free.
They would not listen, they did not know how.
Perhaps they'll listen now. 

For they could not love you,
But still your love was true.
And when no hope was left in sight
On that starry, starry night,
You took your life, as lovers often do.
But I could have told you, Vincent,
This world was never meant for one
As beautiful as you. 


Starry, starry night.
Portraits hung in empty halls,
Frameless head on nameless walls,
With eyes that watch the world and can't forget.
Like the strangers that you've met,
The ragged men in the ragged clothes,
The silver thorn of bloody rose,
Lie crushed and broken on the virgin snow. 

Now I think I know what you tried to say to me,
How you suffered for your sanity,
How you tried to set them free.
They would not listen, they're not listening still.
Perhaps they never will... 

martes, 8 de marzo de 2011

La vida es sueño


Formidable... Pero ahora volvamos a ese sueño que se llama realidad: ¿Podemos como afirman algunos sabios, ver nuestra vida como un sueño del que habría que despertarse?
Yo diría más bien que de este sueño inconsciente que suele ser nuestra vida hay que hacer un sueño lúcido. Hubo un tiempo en el que, antes de dormir, tenía la costumbre de pasar revista a todos los sucesos del día. Me pasaba la película de mi jornada, primero, de principio a fin y, después, a la inversa, según el consejo de un viejo libro de magia. Esta práctica de la “marcha atrás” tenía el efecto de permitir ubicarse a cierta distancia de los sucesos del día. Después de haber analizado, juzgado y tomado partido en el primer examen, volvía a repasar él día en sentido inverso y entonces me encontraba distanciado. La realidad así captada presentaba las mismas características que un sueño lúcido, ¡Entonces me di cuenta de que, al igual que todo el mundo, en buena medida, yo soñaba mi vida! El acto de pasar revista a la jornada por la noche equivalía a la práctica de rememorar mis sueños por la mañana.
El solo hecho de acordarme de un sueño es ya como organizarlo. Yo no veo el sueño completo, sino aquello que he seleccionado de él. Análogamente, al repasar las últimas veinticuatro horas, no tengo acceso a todos los actos del día, sino a los que he retenido. Esta selección constituye ya una interpretación sobre la cual baso luego mis juicios y apreciaciones... Para ser más conscientes, podemos empezar por distinguir nuestra percepción subjetiva del día de aquello que constituye su realidad objetiva. Cuando ya hemos dejado de confundirlas, somos capaces de asistir como espectadores al desarrollo de la jornada, sin dejarnos influir por juicios y apreciaciones. Desde esta actitud de testigo, se puede interpretar la vida como se interpreta un sueño. (...) Puesto que soñamos nuestra vida, vamos a interpretarla y descubrir lo que trata de decirnos, los mensajes que quiere transmitirnos, hasta transformarla en sueño lúcido. Una vez conseguida la lucidez, tendremos libertad para actuar sobre la realidad, sabiendo que si sólo tratamos de satisfacer nuestros deseos egoístas, seremos arrastrados, perderemos la ecuanimidad, el control y, por lo tanto, la posibilidad de hacer un acto verdadero. Para lograr divertirnos actuando, tanto en el sueño nocturno como en este sueño diurno que llamamos vida, hemos de estar cada vez menos implicados.
Ese distanciamiento que no impide ni la acción ni la compasión, pero no autoriza ni la codicia ni la sensiblería, se parece mucho a la sabiduría...
         ¡Claro que sí! ¿De qué puede servirte vivir con tus sueños y hacer un esfuerzo para conseguir la lucidez sino para encontrar la sabiduría? La realidad es u nsueño en el que debemos trabajar a fin de pasar progresivamente del sueño inconsciente, carente de toda lucidez, y que puede ser una pesadilla, a lo que yo llamo el sueño sabio.
¿Y el Despertar? Las tradiciones espirituales hablan de los que han despertado...
Despertar es dejar de soñar: En otras palabras, es desaparecer de ese universo onírico para convertirse en aquel que lo sueña. 

sábado, 5 de marzo de 2011

lunes, 24 de enero de 2011

El corazón

El cerebro del corazón. Día a día se realizan interesantes y sorprendentes avances científicos sobre el desarrollo del potencial humano. Hoy se sabe que la inteligencia está distribuida por todo el cuerpo y que hay maneras diferentes de pensar a las que hemos asumido como convencionales y basadas en el cerebro. El neurólogo Robert K. Cooper, en su libro El otro 90 por ciento apunta que... ¡el corazón tiene cerebro! Constituido por más de 40.000 células nerviosas unidas a una compleja red de neurotransmisores. Según Cooper, el cerebro del corazón es tan grande como muchas áreas del cerebro craneal y su campo electromagnético es el más poderoso del cuerpo. Es, de hecho, unas 5.000 veces mayor que el campo que genera el cerebro, y es medible incluso a tres metros de distancia.
Al parecer, actúa independientemente, aprende, recuerda y tiene pautas propias de respuesta a la vida. Lo interesante, además es que dispone de habilidades hasta ahora instruidas, pero todavía no demostradas científicamente. Las corazonadas, las fuertes intuiciones que se revelan como realidades ciertas, se generan en el corazón. Diversos autores que han profundizado en el estudio de este tercer cerebro sostienen que el ingenio, la iniciativa y la intuición nacen de él: este cerebro está más abierto a la vida y busca activamente una comprensión nueva e intuitiva de lo que más le importa a la persona en la vida.

lunes, 10 de enero de 2011

Otras cosas, en papeles de cualquier lugar

Acuarelas 

Seba lo dibujó, yo lo pinté. Lápices acuarelables

Fariñas 

Marinita 

Mitad Seba, mitad yo.

Cositas con fibras

Artistas invitados

Nicolone

Gina

Milea

Un chico que apareció por ahí

Marinowski

Pety

Gina

Luli

El cuadernito

Pasteles

 Pasteles

Pasteles

Acuarelas

Acuarelas

Lápices

Acuarelas 
 

Copia. Acuarelas.